Sobre el universo

La historia del universo tiene varios relatos. Uno de ellos corresponde a los hechos violentos que en él han ocurrido. Su origen a partir de la singularidad conocida como el Big-Bang fue el primero y seguramente el más violento de todos. Igualmente violentos son los choques de dos agujeros negros o la muerte de las estrellas cuando explotan dando lugar a una supernova. También fue violenta la formación de la tierra a base de choques de meteoritos y la aparición de sus continentes debida a la actividad volcánica.

Pero también hay otra lectura considerando estos hechos como hechos puntuales dentro de un relato coherente con la zona del universo tranquila y suave que nosotros habitamos.

Sobre el comienzo de nuestro universo hace 13.700 millons de años con la singularidad del Big-Bang no hay ninguna duda, pues con él nacieron los electrones y los quarks, que son las partículas necesarias para componer la materia que vendría después. En ese momento las temperaturas fueron descomunales, pero igualmente asombroso fue el ritmo de su enfriamiento y su expansión. La primera expansión fue tan rápida que se la conoce con el calificativo de inflacionaria, gracias a la cual el universo que hoy conocemos es uniforme en cualquier dirección que lo miremos. De la agrupación de quarks nacieron los primeros protones, y esta sopa de partículas se mantuvo mientras las temperaturas fueron tan altas que cualquier agrupación de protones y electrones volvía a romperse debido a la alta energía que tenían aquellas partículas. Esto duró 380.000 años, al cabo de los cuales la temperatura descendió lo suficiente para que los electrones pudieran mantenerse orbitando alrededor de los protones, naciendo así los átomos de hidrógeno.

Tras el átomo de hidrógeno nacieron otros átomos más pesados al mismo tiempo que debido a algunas pequeñas irregularidades que tuvieron lugar durante la expansión inflacionaria, se formaron por gravedad las primeras concentraciones de átomos, que dieron lugar a la formación de las primeras estrellas, en cuyo interior, cuando las temperaturas fueron suficientemente altas, se formaron los átomos más pesados. A partir de ahí se suceden varias generaciones de estrellas y se forman las galaxias. De la explosión de una estrella en forma de supernova se forma por gravedad el sistema solar, en cuyo planeta tierra nos encontramos. Contando hacia atrás nos situamos hace 4.500 millones de años. Algo después, hace unos 3.700 millones de años aparece la primera célula procariota, que es el primer antepasado de todos los seres vivos. Se inicia entonces una evolución de la vida que marcha siempre hacia adelante hasta que hace unos cuatro millones de años comienza lo que podríamos llamar la aventura humana. Algo después, hace dos millones y medio aparece el género homo.

Todo esto lo explican bien las ciencias, principalmente la Física y la Biología, y aunque puedan quedar por ahí algunos otros cabos sueltos, hay dos cuestiones fundamentales que la ciencia no ha resuelto: cómo se ajustaron las constantes de las leyes de la Física que han hecho posible que nosotros estemos aquí; y cómo tuvo lugar el nacimiento de la vida.

Como hemos comentado, el primer átomo de hidrógeno se formó cuando un electrón empezó a orbitar alrededor de un protón, pero esto no hubiera sido posible si la carga y la masa del electrón no fueran las que son. También hemos citado la importancia que ha tenido la gravedad en la formación de las estrellas. Si la acción de la gravedad fuera menor de lo que es, esas estrellas no se habrían formado, y si fuera mayor es posible que nuestro sistema solar hubiera colapsado sobre sí mismo hace tiempo. Los físicos cifran en cinco o seis las constantes que hacen que nuestro universo sea como lo conocemos. Si esas constantes fueran distintas podría haber otros universos, incluso con seres inteligentes, pero serían distintos del nuestro. ¿Cómo se ajustaron esas constantes? Los físicos se afanan por saberlo pero no lo saben. Stephen Kawking se hizo esta pregunta con ahínco, e incluso elaboró junto con Roger Penrose una teoría basada en la suma de las historias de posibles universos. La pregunta sigue sin respuesta.

Con relación al origen de la vida en la tierra se ha especulado incluso con la posibilidad de que haya venido de fuera traída por un meteorito. Ya hemos dicho que la formación de la tierra fue muy violenta y la formación de sus continentes también. La Tierra, que hoy es un bola azul, llegó a ser una bola de fuego y una bola de agua. La atmósfera que hoy respiramos fue en un tiempo absolutamente venenosa. Se supone que la vida nació en el fondo de los océanos favorecida por posibles grietas que filtraban desde su núcleo gases calientes. Cuando estos seres subieron a la superficie lanzaron a la atmósfera grandes cantidades de oxígeno que permitieron que la vida pudiera salir de los océanos. Muchos laboratorios están intentando actualmente reproducir el nacimiento de la vida. El enorme problema que tienen es que no se conocen cuales fueron las condiciones en que aquello ocurrió y en qué medida fue absolutamente fortuito.

Durante la segunda mitad del siglo pasado, al tiempo que los científicos intentaban aclarar estas dos cuestiones, surgió el llamado principio antrópico, que dice que tanto el comienzo del universo como su evolución tienen la finalidad de que nosotros estemos aquí. Y como estamos aquí, si el principio antrópico es cierto, las constantes se ajustaron como tenían que hacerlo y la vida sobre la tierra apareció justo en el momento preciso. ¿Cómo ocurrieron ambas cosas? De momento no lo sabemos. Algunas personas utilizan este principio como una prueba de la existencia de Dios.

También pudiera ocurrir que todo hubiera sucedido por puro azar y sin una finalidad, el mismo azar que ha determinado en gran medida la evolución del universo y la evolución de las especies. Y contemplando otro escenario, si las constantes de la física fueran las que son pero no hubiera aparecido la vida, ¿se podría entender que existiera este grandioso y sorprendente universo sin nadie que pudiera contemplarlo? Así ocurrió durante miles de millones de años y volverá ocurrir dentro de otros tantos, cuando muera el sol tal como nosotros lo conocemos ahora.

Dejando a un lado preguntas y especulaciones, de lo que no cabe duda es que seguimos sin saber cómo se ajustaron las citadas constantes de la física y cómo surgió la vida en la tierra.

Fotografía.- Ilustración sobre la forma del ADN, que encierra el secreto de la vida.

2 respuestas a “Sobre el universo

  1. Enrique. Lo del principio antrópico nunca lo entendí. Es como construir la casa por el tejado. Nosotros estamos aquí porque las leyes naturales de nuestro Universo condujeron a la materia hasta unos organismos que piensan. Pura contingencia. Esto es lo más plausible como diría Ockham. El Universo no tiene un propósito. El hombre creado por el azar universal es el que inventa lo teleológico. Pero no es preciso para darle sentido a lo que pasa. El Universo sin los humanos tiene consistencia y no precisa de nuestra obsolescencia. Eso creo.

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  2. Estoy de acuerdo contigo. El principio antrópico surgió como prueba de la existencia de Dios y no tiene consistencia. Lo he mencionado porque con él algunos tratan de explicar las dos cuestiones que planteo como no explicadas hasta el momento, y que espero que la ciencia nos explique algún día.

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