
Si nos deslizáramos sobre un patinete por una superficie plana sin rozamiento y sin que el aire nos pusiera ninguna resistencia, nos moveríamos indefinidamente en línea recta y a velocidad constante, ya que no existiría nada que se opusiera a este movimiento, que por ese motivo recibe el nombre de movimiento inercial. Esto lo entendemos bien y en ello parece que todos estamos de acuerdo.
Seguir leyendo «Caída libre»